SU TIEMPO, TU TIEMPO!!

En alguna ocasión, muchos de nosotros hemos escuchado de nuestros padres, de algún familiar, o a lo mejor de algún amigo, una poderosa frase que aunque pereciera lo que muchos suelen llamar una frase de cajón, causa un efecto poderoso en la mente de aquel que la recibe con un corazón agradecido, “No es en tu tiempo, es en el tiempo de Dios”. Hoy, vengo a contarles como una frase tan sencilla puede llegar a ser tan profunda y aplicada a muchos eventos de nuestra vida.

Bienvenidos a una historia más llena de @gratitudenletras.

VIENTOS DE COMETA.

Como de costumbre, suelo acercarme a la ventana de mi cuarto al terminar la tarde para admirar como comienza a caer el sol en la distancia. Es un momento majestuoso, increíblemente corto, pero al mismo tiempo, lo suficientemente maravilloso para regalarle a mi mente ese instante en el que te recuerdas lo afortunado que eres y lo agradecido que debes estar con la vida por permitirte concluir una jornada más; no hablo necesariamente de una jornada laboral; indistintamente de los afanes y tareas de cada uno y sin importar cual fuere tu caso o tu rutina, si te encuentras posado en algún momento y en algún lugar admirando como cae el sol en el horizonte, quiero decirte querido lector, que haces parte de la lista de afortunados que ha logrado escribir una página más en el libro de la vida.

Fue justo ayer, cuando en medio de una puesta de sol, y contra todo pronóstico, pude notar como desde mi Balcón se veía volar con mucha propiedad una cometa de mediano tamaño, colores algo gastados por el paso del tiempo, asumo, y controlada por un niño feliz por haber logrado la “Hazaña”.

Desde que tengo uso de razón, en Colombia, mi país, durante los últimos días del mes de julio y todo el mes de agosto e incluso durante la primera semana de septiembre, las cometas (barriletes, lechuzas o papalotes) dependiendo de cuál sea el país de donde nos visitas, se apoderan de nuestro cielo. Es una hermosa temporada, las tardes se adornan de cientos de motivos de estas particulares marionetas del viento y los parques se llenan de familias y amigos que se reúnen para compartir el espacio; sin embargo, como por arte de magia, cuando se termina el mes de agosto, resulta imposible que se eleve y mantenga su vuelo estable una cometa toda vez que los vientos dejan de soplar en una sola dirección y ello termina generando que la cometa se venga a pique.

Entonces, ahí de pie frente a la ventana, con mi cara iluminada por la luz del sol que entra a la habitación, me pregunté, ¿Cómo es posible que, siendo hoy 16 de febrero, pueda encontrarme una cometa volando con tanta propiedad? Bien: A lo mejor puedan existir razones naturales que contra todo pronóstico, justifiquen la precisión y estabilidad de la cometa en esta época del año; sin embargo, apreciado lector, hoy quiero hablarte del poder sobrenatural que tiene Dios sobre cada cosa en tu vida; y el efecto maravilloso que causa un corazón agradecido ante los procesos que vivimos antes de cumplir nuestras metas.

Hoy quiero hablarte del propósito de un Dios que posiblemente quiso premiar el carácter y la determinación de un niño a quien seguro muchos dijeron que perdía su tiempo, a quien muchos le repitieron que no era la época para intentarlo.

Cuantos de nosotros no hemos sido en algún momento ese niño dispuesto a intentarlo, pero por razones externas, muchas veces perdemos la fe, nos desanimamos, o creemos que si no se nos dio a la primera, entonces debemos desistir? ¿Cuantos de nosotros, no soportamos el hecho de que las cosas no surjan justo como las habíamos planeado? Lo que sucede es que nos cuesta entender que todo, o al menos mucho de lo que vivimos, hace parte de un proceso de formación y de preparación para poder afrontar con altura los retos venideros; esos que a lo mejor no van a llegar justo cuando crees o quieres, sino cuando Dios lo tenga dispuesto para tu vida. Tu misión es no claudicar en el intento y agradecer cada detalle, cada momento, cada aprendizaje, incluso cada error cometido, porque te hacen más fuerte.

Juntos, vamos a declarar este año 2021 como un año de fuertes vientos que elevará las cometas de todos ustedes. Sé que cada uno, ha venido trabajando duro por sus sueños, por sus proyectos; pero también, sé que entienden que un corazón agradecido es pieza fundamental durante el avance, por lo que te quiero invitar a que cierres tus ojos y notes como hoy ya no eres el mismo de ayer gracias a todo el proceso de aprendizaje que has recorrido, agradece el tiempo, agradece el camino, agradece por tus compañeros de lucha, agradece tu valor y tu entereza, agradece tu salud, tu familia, pero sobretodo agradece por cada una de las veces que la cometa no tomó vuelo con fuerza, era parte del proceso, y justo por momentos como ese, te permitiste entender que vale la pena seguir intentando, seguir luchando, esta vez con más fuerza, determinación y valentía; te garantizo que todo está obrando en tu favor y lo que viene, será ver con regocijo como se materializan tus sueños más anhelados.